jueves, 4 de junio de 2015

Pedro Téllez-Girón, principe de Anglona (11)



Versalles; Galería de los Espejos (sin turistas).



En relación a la llegada del VI duque de Osuna a París en 1712, en su día localicé entre los fondos de la Biblioteca Nacional de Francia un documento que confirma una vez más que los gastos de representación “al estilo Mariano”, sobrino de Anglona, tenían precedentes en la familia. Se trata de una carta fechada en París en 1712 y archivada con la signatura “4-OC-665 (28)”. Su título es: 


Copia de carta, escrita por un cavallero Espanol, residente en la corte de Paris, à otro correspondiente suyo en esta corte catolica, en que le avisa las grandes prevenciones, y magnificos gastos, que el excelentissimo senor duque de Ossuna executò en aquella christianissima corte, para hazer su entrada en el congresso de Pazes, como primer plenipotenciario del rey nuestro senor Don Felipe Quinto, que Dios guarde. Con todo lo demas que verà el curioso lector”. 
En una de las primeras entregas de esta serie habíamos visto ya el precedente familiar del II conde de Tendilla en la Roma del siglo XV; el caso del VI duque de Osuna en el París del XVIII sirve para confirmar una triste realidad de la alta nobleza durante el Antiguo Régimen, el despilfarro, y para comprender un poco más la forma de divertirse de Mariano allá por donde pasara, y sobre todo en el San Petersburgo del siglo XIX. Al fin y al cabo era humano, el hombre, y no hacía más que seguir una tradición
En los cuatro años que aún vivió, Francisco de Paula Téllez-Girón y Benavides acudió a la firma de la Paz de Utrecht y, ya en 1715, representó a Felipe V en la firma de paz entre España y Portugal. Hasta aquí la información actual que he tomado prestada; vamos ahora a un documento antiguo —y que hasta ahora, de la misma forma que la carta anteriormente citada, creo que no había sido puesto en relación con la historia de la Casa de Osuna—, un documento que demuestra la estancia en diciembre del 1700 del VI duque de Osuna en la corte de Luis XIV, “el Rey Sol”, estancia que, a la nueva luz que arroja este precioso documento, habría transcurrido en Versalles, al menos en parte, y no sólo en la frontera (Gutiérrez Núñez) o en Amboise (Atienza). He de advertir al lector que el documento en cuestión, el diario de un miembro de la corte del rey Luis, ha sido considerado de poco crédito por al menos un autor —Voltaire—, quien en Las indiscreciones del Rey Sol califica la obra de “gacetilla” y la supone escrita por alguno de sus criados domésticos. Desde luego, el estilo es muy monótono, casi telegráfico, pero esto puede ser debido a que sólo hayan llegado hasta nosotros las notas previas a la redacción de una obra más cuidada que no llegó a escribirse o se ha perdido.
La obra es el Journal du marquis de Dangeau (Diario del Marqués de Dangeau), un texto que registra todo lo ocurrido en la corte francesa día por día desde 1684 hasta 1720. En el tomo 7º, el correspondiente a 1699 y 1700, se alude a la estancia en esa corte del VI duque de Osuna en el mes de diciembre de 1700. Voy a recoger aquí el escueto relato de un pequeño incidente protocolario provocado por el celo del duque en el cumplimiento de sus obligaciones palaciegas. La traducción del fragmento es mía.
“Miércoles 15, en Versalles. El duque de Osuna, grande de España, llegó a París y tuvo el honor de saludar al rey su señor en Amboise. El noble español manifestó la intención de servirle el almuerzo en calidad de Camarero Mayor del Rey pero Monsieur de Beauvilliers le dijo que mientras Su católica Majestad esté en Francia quiere ser servido por franceses, como de costumbre, y que una vez en la frontera tendrá mucho gusto de ser servido por él y de que éste realice las funciones de su cargo. El duque de Osuna también estuvo aquí para hacer la reverencia ante el rey [se refiere a Luis XIV]. Se reunirá con el rey, su señor, en Burdeos”.

(Continuará).

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