A
la tierra, dale el agua;
a
Tus labios, la sonrisa;
a
la boca, la palabra;
a
mi cuerpo, Tus caricias.
A
Tu música, armonía;
al
pïano, la pasión;
a
la noche, dale el día;
a
la Luna, dale el Sol.
A
las nubes, dale el cielo;
a
las flores, humedad;
a
Su oído, un "Te quiero";
a
los hombres, humildad.
A
la tarde, mil colores;
a
la mano, la guitarra;
a
Tu cuerpo, sus olores;
a
la tiza, la pizarra.
A
la vela, dale el viento;
a
Tu piel, dale la sal;
al
marino, dale el puerto;
a
la costa, dale el Mar.
A
los árboles, las hojas;
al
caminante, el viaje;
a
mi cintura, Tus olas;
a
la paleta, el paisaje.
Al
sable, dale la vaina;
a
los viejos, mocedad;
al
fusil, negro barranco;
a
Tu alma, libertad.
Al
ciego, su blanca mano;
a
la paloma, la fuente;
a
la hermana, el buen hermano;
al
alma, lo que se siente.
A
los niños, dales vida;
a
la infancia, humanidad;
al
muchacho, una salida;
a
los mozos, voluntad.
A
la mujer, sus entrañas;
a
la madre, dale el hijo;
al
pan fresco, la mañana;
a
los pechos, ese niño.
Al
corazón, dale oído;
al
poeta, soledad;
a
la vida, los caminos;
al
que llega, Tu amistad.
A
los ojos, lo más bello;
a
los cuerpos, mil caricias;
a
los labios, muchos besos;
a
Tus manos, las dos mías.
Tus palabras maravillosas, en cada frase todo amor..será me gustan poemas, pero estos sin igual..
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, Ana María.
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