Felipe IV (Velázquez, h. 1623)
Novela
publicada en 1989 que alcanzó celebridad gracias a su adaptación
cinematográfica (Imanol Uribe, 1991). De hecho, resulta imposible leerla sin
recordar escenas y ciertos actores de la película, sobre todo al inefable
Gabino Diego en el papel de Felipe IV.
Crónica del rey pasmado cuenta en
tercera persona el pasmo que sufrió el monarca, de apenas veinte años, al
contemplar desnuda por primera vez a una mujer. La mujer es una prostituta de
lujo apodada Marfisa, nombre escogido por Torrente Ballester de una décima de
Luis de Gongora que cierra la novela. A partir de la contemplación de aquel
desnudo de carne y hueso, el joven monarca intentará ver desnuda a su esposa,
la reina, y lo hará saber públicamente, declaración real que escandalizará y divertirá
a los miembros de la corte según su mentalidad y su grado de hipocresía.
La
lectura es muy amena. Retrata cómo era la vida en la corte española durante los
llamados Austrias menores, cuando el valido —en este caso el conde-duque de
Olivares—mandaba más que el rey y el estado dependía ya de los empréstitos para
su mantenimiento: el oro y la plata americanos llegaban a España solo para seguir
camino hacia los arcas de los prestamistas europeos. Refleja también las luchas
de influencia que existían entre las distintas órdenes eclesiásticas,
retratando, sobre todo, la influencia cerca del rey de franciscanos y
capuchinos, estos últimos personificados en un ambicioso, ignorante y malicioso
capellán mayor de palacio. Los jesuitas, representados por un padre portugués, quedan
retratados como los más avanzados ideológicamente y más odiados por los conservadores,
léase, por ejemplo, el capellán mayor de palacio. La Compañía aún estaba lejos
del poder que alcanzaría en el siglo XVIII y precipitaría su expulsión.
El
relato histórico se encuentra aderezado de componentes mágicos y misteriosos muy
queridos por Torrente Ballester, como la niebla y ciertas capacidades
sobrehumanas. La trama cuenta lo ocurrido en la corte durante solo dos días de
1625, año más o menos.
Gonzalo Torrente Ballester, Crónica del rey pasmado, Madrid, Alianza
Editorial, 2019.
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