miércoles, 6 de diciembre de 2017

«Golpe de luna y otros relatos», de Mercé Rodoreda


Mercé Rodoreda en 1938
(catalaalcata.blogspot.com.es)

RODOREDA, Mercé, Golpe de luna y otros relatos, Madrid, Aguilar, 1995; 79 págs. [Cop de lluna. Carnaval. La sang. De Vint-i-dos contes, 1958]. Traducción de Angelina Gatell Comas.

            Libro de fácil y provechosa lectura. Con él en las manos el lector pasará una tarde amena y reflexionará sobre la España y la Europa que vivieron las personas nacidas en las primeras décadas de siglo. Mercé Rodoreda (1908-1983) tuvo una existencia marcada por la Guerra Civil española y el exilio, experiencias que le proporcionaron una visión de la vida muy distinta de la que tienen personas nacidas e instaladas en países en paz y respetuosos con las libertades individuales. Volvió a España en 1972, después de treinta y tres años en el exilio.
Los tres relatos están muy relacionados con Cataluña, la tierra de Rodoreda.
La acción de Golpe de Luna transcurre en Francia pero su protagonista es un hombre joven llamado Pere Ferrer, de obvia ascendencia levantina. Narrado en tercera persona, cuenta la experiencia que vive el muchacho al ser conducido por un gendarme a una granja, lugar en el que podrá vivir a cambio de su trabajo. En ningún momento se habla de exilio o de refugiados políticos, pero sí de «Grupo de trabajadores» y de «Compañía disciplinaria», por lo que, posiblemente, refleje una realidad de la época. Quizá los refugiados españoles que en 1939 fueron confinados por las autoridades francesas en campos de concentración —no de exterminio, entiéndase—, tuvieron esa salida, más humana, para ir descongestionando los campos. El muchacho es acogido en la granja por su único habitante, «el padre Michel», un anciano miserable y medio loco con el que tendrá que sobrevivir.
El segundo de los relatos, Carnaval, cuenta las horas que pasan juntos una chica y una chico durante una noche de carnaval en la Barcelona de posguerra. Juntos, y disfrazados, atravesarán a pie media ciudad en busca de la casa de la chica. En este caso se trata de un relato de corte social. El narrador repite en tercera persona.
La sangre, el último de los relatos, transcurre también en Barcelona y en la misma época. Narrado en primera persona por una mujer, cuenta cómo fue su experiencia del noviazgo y el matrimonio. Cuestiones tan vitales en la vida como la influencia de la figura paterna y la retirada de la menstruación, la pérdida de parte de la juventud fisiológica, ocupan lugares especiales en la narración. La protagonista es fuerte, independiente y decidida, con indudables rasgos de la propia Rodoreda.



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