Sofia Kovalevsky hacia 1880
Alice Munro, Demasiada felicidad, Barcelona, DeBolsillo, 2012. (Too Much Happiness, 2009; traducción de
Flora Casas).
Colección
de relatos separables en dos grupos perfectamente diferenciados. El
más nutrido sería el formado por cuentos ambientados en el Canadá de siglo XX,
principalmente en zonas rurales cercanas a Toronto. El segundo estaría
integrado únicamente por el que da título al libro. La acción de este último,
la recreación literaria de los últimos días de vida de la matemática y
novelista Sofia Kovalevsky, transcurre en países del norte de Europa durante
los meses iniciales de 1891.
Los
relatos están protagonizados en su mayoría por mujeres, algunas víctimas del
desamor y del maltrato, otras de su mala conciencia, pero ellas son siempre
sufrientes y agentes de las historias. Me han gustado especialmente los
titulados Dimensiones, Pozos profundos, Radicales libres y Juego de
niños. Dimensiones es una de las
historias más reveladoras de la bondad humana que he leído en mucho tiempo. La
bondad existe, sí, aunque a veces viene acompañada de una sumisión y una
ingenuidad exasperantes. Juego de niños
está situado en el otro extremo, el de la crueldad infantil, ejercida por niños
sobre otros niños, poseedores de una edad en la que la empatía apenas se ha
desarrollado. En cuanto a Demasiada
felicidad, es un homenaje a las primeras mujeres que fueron capaces de
abrirse camino en el mundo académico, copado por hombres hasta fechas recientes.
El lenguaje es antirretórico,
llano, muy efectivo. El libro se lee con emoción.
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