El autor (Foto: Adriano Tomba)
Mario
Rigoni Stern, El sargento en la nieve,
Valencia, Pre-Textos, 2007. Traducción de César Palma. [Il sergente nella neve. Ricordi della ritirata di Russia, 1953].
Relato en primera persona de
las penalidades sufridas en el frente ruso por un suboficial durante la Segunda
Guerra Mundial, exactamente durante el invierno a caballo entre 1942 y 1943.
Según parece, las condiciones del servicio en aquel frente eran muy duras por el frío, intensísimo —hubo cerca de 30.000 bajas por congelación
solo en el ejército italiano—, y la falta de víveres. Para sobrevivir, los
soldados se veían en la necesidad de comer cualquier cosa que pareciera
comestible o de robar los animales de las granjas que se encontraban a su paso, en una retirada continua en la que los días se confundían con las noches y apenas
se dormía unos minutos, a veces en el mero suelo, mientras notaban el aliento
del ejército ruso, más habituado al clima y defensor de su tierra, que avanzaba
en su persecución. Todas son miserias de la guerra, ese monstruo sin ojos ni
sentimientos que devora lo que se encuentra a su paso. Creo que la lectura
de esta novela, así como otras de la misma temática y grado de autenticidad —como
Sin novedad en el frente, de Remarque—,
son de lectura obligada en cualquier momento en que aumente la tensión entre
los grupos humanos.
Rigoni (1921-2008), nacido y
criado en Asiago —un pueblo encantador de los Alpes italianos—, entró voluntario
en el ejército e hizo la guerra durante varios años y en varios países, hasta acabar en un campo de concentración alemán. Narra lo que ha
vivido. Y lo hace con una humanidad y una sencillez de recursos realmente
admirables. Rigoni ve a los soldados enemigos como las personas que son y a sus
compañeros, sobre todo a los de su misma comarca, como el único asidero a la
cordura que le queda en los momentos peores. De espíritu pacifista, Rigoni
denuncia las violaciones y cualquier otra de las miserias e inhumanidades
comprendidas en el catálogo de una guerra.
Descubrí a este autor en una
biblioteca privada y en una traducción francesa durante un breve viaje. Se
trataba de una reunión de relatos titulada Sentiers
sous la neige (Sentieri sotto la neve,
1998). Tuve que devolver el libro habiendo leído apenas tres de las narraciones
y me quedó un deseo intensísimo de poder leerlo entero. El primero de ellos
relataba la última parte del viaje que Rigoni hizo a pie para volver a su casa desde
el campo de concentración en el que había estado prisionero de los alemanes, ya
en 1945. Era realmente emocionante. No entiendo cómo libros así pueden estar todavía
sin traducir al castellano.
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