miércoles, 28 de septiembre de 2016

"El primo Basílio", de Eça de Queirós




EÇA DE QUEIRÓS, José Maria, El primo Basílio. Episodio doméstico, Valencia, Editorial PRE-TEXTOS, 2005 (1ª ed); 527 págs. [O Primo Basílio, 1878]. Traducción, prólogo y notas de Jorge Gimeno.


Tras la lectura de esta novela, con la que he disfrutado de lo lindo, me ha quedado un poso de melancolía e indignación, estados de ánimo perfectamente compatibles. Aquellos versos de Sor Juana Inés de la Cruz tan conocidos —“Hombres necios que acusáis / a la mujer sin razón / sin ver que sois la ocasión / de lo mismo que culpáis”—, reaparecen de manera subterránea en El primo Basílio, que podría considerarse como una larga explicación de los mismos, una especie de versión en prosa de aquel poema inmortal, la historia de la seducción de una casada joven e inexperta que, una vez usada, queda arrojada en el suelo, a merced de todos, despreciada hasta por ella misma. Hacía muchas novelas que no seguía con tanto interés las peripecias del protagonista, en este caso una mujer inocente hasta decir basta, habitante de una Lisboa sucia, atrasada y muy machista, en la que la mujer es una especie de menor de edad de por vida, incapaz de llevar una vida medianamente aceptable, equilibrada y digna si no está tutelada por un hombre. Eça de Queirós realiza un artístico alegato en defensa de la mujer frente al hombre insensible, depredador sexual, pues, como escribía Sor Juana, ahora en palabras de Sebastião dirigidas a Luisa, la protagonista, “No hay malas mujeres, querida amiga, sino malos hombres…”. (Pág. 440). La novela, además, es mucho más que esto. Presenta un fresco de la sociedad de Lisboa más completo que el descrito en Los Maia porque en ella tienen cabida, y más protagonismo, las clases populares, los desheredados, los sirvientes, de manera que el lector vive, con el corazón encogido, el día a día de todos los habitantes de la casa: desde las sirvientas, que malviven en tórridas y gélidas buhardillas atestadas de chinches, hasta los propietarios, que habitan el primer piso rodeados de lujos.


(escritoresanorte.pt)


En cuanto a técnicas narrativas, el tipo de narrador es omnisciente en tercera persona, clásico, y el tratamiento del tiempo lineal. Destacan, como en todas las novelas que voy leyendo de Eça de Querós, las descripciones de paisajes, habitaciones de viviendas o texturas de tejidos acariciados por la luz, muy simples y acertadas, pues quedan perfectamente representados con dos o tres pinceladas certeras. El final, por cierto, muy parecido al de Los Maia: un diálogo entre dos amigos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario