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sábado, 16 de enero de 2016

Memoria fotográfica de Osuna (1)

En el otoño de 2004, y gracias al empeño de Fernando Rodríguez, presentador en aquellos años de Osuna Televisión, se inició la grabación de una serie de programas de fotografía de Osuna comentada por este que les escribe. Hoy, repasando mi archivo, he encontrado los guiones, también redactados por mí, y he pensado que su contenido puede resultar de interés para los amantes de esta hermosa localidad de la provincia de Sevilla. Quiero dejar aquí pública constancia de mi agradecimiento a Fernando y a los profesionales técnicos de la televisión mencionada Jose Ortega, Francisco Galdón y Francisco Aguilar, que se avinieron a hacer las cosas tal y como yo las quería, y no soy fácil de contentar en cuanto al acabado de las cosas. Para mí fue una experiencia muy satisfactoria, ya que conseguí realizar el programa que siempre había querido ver y escuchar. Les dejo ya con el primero de ellos. Tengan en cuenta que las referencias a establecimientos comerciales o de restauración corresponden al año 2004.



Programa nº 1 (Octubre, 2004)

Título: La Plaza de España (I)



PRESENTACIÓN DE ESTA SERIE DE PROGRAMAS

(Aparecemos en pantalla Fernando y yo
sentados y con el fondo de un patio ursaonense)


(Durante unos minutos hablamos de Paco Ledesma, la fototeca, Francisco Muñoz Pérez y Juan Muñoz Juárez, José Ruiz Sánchez y Rodolfo Álvarez Santaló, del que salió la iniciativa de organizar las primera exposiciones de fotos antiguas, origen de la fototeca municipal. También decimos que las fotos pueden mandarse por Internet a la dirección memoriadeosuna@yahoo.es, llevarlas a la Casa de la Cultura ya escaneadas o, por supuesto, también puede traerse la foto tal y como han sido siempre las fotos, en papel, y en ese caso será escaneada y devuelta al instante).
            Centrándonos ya en el primer programa, hemos de decir que el tema es la Plaza de la Constitución, también conocida por los ursaonenses como Plaza de España, centro administrativo y comercial de Osuna. Durante su transcurso iremos descubriendo unas claves, principalmente cambios en el exterior de los edificios, que nos van a ayudar a datar las fotos, en algunos casos con bastante exactitud. Son las fotos más antiguas de la serie de esta plaza y pertenecen a una época en la que la llegada de la noche significaba de verdad el final del día y se podían cruzar las calles sin miedo a que te atropellara un vehículo a una velocidad desproporcionada al paso humano. Una época que tenía sus defectos pero también mucho encanto.
Espero que disfruten con Memoria fotográfica de Osuna.


(1ª FOTOGRAFÍA)

(Aparece en pantalla la imagen 1 y poco a poco se irá convirtiendo en foto 2).
  
          


        [Aquí comienza la locución propiamente dicha]. Vamos a detenernos un momento en la cuestión de quién pudo realizar las fotos más antiguas de la fototeca municipal. Por ahora, y a falta de investigaciones más profundas, se cree que uno de los primeros fotógrafos de la localidad fue Antonio Rodríguez, pintor y fotógrafo, del cual se sabe que sobre 1896 tenía montado un estudio en algún lugar de Osuna y fue colaborador gráfico de Paris y Engels, pues algunas de las fotos de las excavaciones arqueológicas de 1903 llevan su firma; también podemos nombrar a José Rojas, quizá más conocido como pintor, y, sobre todo, José Ruiz Romero, natural de Cabra, donde había nacido en 1874, y que sería el primero de una dinastía de fotógrafos ursaonenses que llega hasta la actualidad. José Ruiz Romero fue el padre de José Ruiz Vázquez, el fotógrafo que yo conocí cuando era niño en su estudio de la calle Hornillos. Miguel Ángel Yáñez Polo, autor de la Historia General de la Fotografía en Sevilla, dice de José Ruiz Romero que supo captar muy bien el ambientillo de la feria sevillana de 1899 detallando los puestos de agua, de baratijas, de buñuelos y similares. No sabemos si fotos como la siguiente,

(2ª FOTOGRAFÍA)

(Aparece en pantalla la imagen 4 y poco a poco se irá convirtiendo en foto 5).

   


que son fruto de un amor por lo sencillo y popular, fueron obtenidas por su cámara, pero muy bien pudiera ser, pues la foto que contemplamos puede fecharse con cierta exactitud ya que sabemos que la espadaña mayor de San Francisco se derrumbó en 1906, y en esta imagen aún está en pie. Aparte de la belleza del encuadre de la foto y de lo mucho que debemos lamentarnos de haber perdido casi en su totalidad el conjunto de San Francisco,

(Aparece un detalle).



pues sólo han quedado los claustros, que se usan como Plaza de Abastos desde 1869, nos llaman la atención las personas que se encuentran en primer término.
       
(Dejamos unos segundos para que se pueda contemplar el detalle anterior y
 pasamos a un detalle de las personas y del puesto).



        Según los periódicos locales de finales del siglo XIX, el establecimiento de la Plaza de Abastos en San Francisco tuvo tanta aceptación entre vendedores y clientes que no había sitio material para la colocación de los puestos y algunos tenían que ponerse fuera, como muestra también la fotografía con la que abrimos el programa y a la que luego volveremos. No debemos olvidar que, según el profesor Ramírez Olid, a principios del siglo XX Osuna contaba con 18.000 habitantes y, desde luego, el comercio estaba mucho más localizado en la zona céntrica. Sobre los vendedores de la imagen podemos aventurar alguna hipótesis. Según vemos por las sombras de los árboles, la foto está tomada a media mañana. Si unimos a éste otros datos, como que el puesto está fuera de la Plaza de Abastos, que las personas están medianamente abrigadas y que las mujeres parecen estar vendiendo alguno de los frutos que se dan en otoño en Las Viñas,

(Detalle del puesto).



como madroños, almendras, nueces o acerolas, podemos pensar que la foto fue tomada un día soleado de otoño, avanzada la mañana, a unas personas que no habían cogido sitio en la plaza por venir de lejos, por ejemplo de Las Viñas: eran muchas las que vivían allí y bajaban a Osuna a vender lo que podían y ganarse unas perras con las que sobrevivir debido de los pobres salarios de la época. Esto es sólo una hipótesis. Quizá alguna persona mayor pueda dar una explicación mejor.
           
Volviendo a San Francisco, disponemos de una foto

(3º FOTOGRAFÍA)

(Aparece en pantalla la imagen 9 y, poco a poco, se irá convirtiendo en foto 10).
   


en la que puede verse cómo eran algunas de sus puertas. La de la izquierda según aparece la foto en sus pantallas, la que es menos bonita de las tres, es la única que se ha conservado pues las otras dos fueron destruidas en 1906 por la caída sobre ellas de la espadaña mayor. De las dos desaparecidas,

(Dejamos unos segundos más la foto y aparece un detalle de esas
dos puertas que no debe cortar los pies al niño).



advertimos en el detalle que la de la izquierda era de un estilo muy parecido al de otras de edificios antiguos del pueblo, el estilo llamado Renacimiento, y la de la derecha, la que está detrás del muchacho, debió ser posterior y tiene el mismo aire que otras de Osuna que pertenecen a un estilo llamado barroco americano o de ida y vuelta, como ciertos cantes flamencos, pues recibió influencias en las colonias americanas de las culturas de allí y volvió enriquecido con esas influencias. Fue una pena que se perdieran las dos, pero sobre todo la de la derecha, la que tiene encima una hornacina con una imagen

(Aparece un detalle).



que debe ser de San Francisco, aunque no se ve muy bien. Según el historiador del arte Pedro Jaime Moreno de Soto, los conventos franciscanos tenían dos puertas principales, una de las cuales, que sería la que está detrás del muchacho, sólo se abría con motivo de celebraciones importantes.


(4ª FOTOGRAFÍA)

(Se deja unos segundos la anterior y aparece en
 pantalla la imagen 13).



        Aquí tenemos una fotografía que bien pudo ser tomada el mismo día que la del puesto que comentábamos antes. Aparte de la Concepción, que está igual que hoy día, y de las portadas de San Francisco, que se adivinan a la derecha de sus pantallas, llama la atención el kiosco de la izquierda, en el que, seguramente, se despachaba agua y alguna bebida alcohólica, sobre todo aguardiente. Si se fijan en este detalle,

(Aparece un detalle).



se ven dos recipientes que parecen botijos o búcaros y están encima del mostrador. El diseño del kiosco es muy bonito y muy acorde con el entorno, muy propio, entonces y ahora, de un lugar como nuestra plaza principal. También en esta imagen se ven

(Aparece otro detalle).



personas vendiendo y comprando alguna cosa pero no se ve bien lo que pueda ser. Hay un objeto muy curioso pegado a la pared de San Francisco

(Se deja unos instantes más, no muchos, y aparece otro detalle).



que está puesto debajo de lo que parece un sombrajo y tiene aspecto de rueda de afilador, algo que no debe extrañarnos si recordamos que en este lado de la plaza ha habido afiladores de navajas, calabozos y cuchillos de cocina durante varias generaciones. Esto parece lógico si tenemos en cuanta la cercanía de la Plaza de Abastos y de las antiguas carnicerías, situadas donde se instalaría el Casino en 1848 después de haber estado en la calle Quijada.

Siguiendo con el lado de la plaza donde estaba situado el convento de San Francisco, vamos a contemplar una foto

(5ª FOTOGRAFÍA)

(Aparece en pantalla la imagen 17 y, poco a poco, se irá convirtiendo en 18).
  

en la que, de nuevo, podemos ver cómo eran las puertas perdidas que, como advertirán los telespectadores, coinciden con los inmuebles que hoy en día están situados al lado de la puerta de la Plaza de Abastos más cercana a la Carrera, que son el bar “Casa Pedro” y el Centro de Adultos.  Según podemos advertir en el siguiente detalle

(Aparece un detalle).



la puerta de la derecha, como ya dije antes, pertenece a ese estilo de ida y vuelta al que también pertenece la reforma que se hizo en la casa-palacio que hoy ocupa el hotel  “Casa del Marqués”, reforma que se realizó en el siglo XVIII y que comprendió, además de la portada, la cornisa, quizá su parte más valiosa desde el punto de vista artístico. Si se fijan ustedes, en esta portada de San Francisco existían los mismos remates y adornos curvos con volutas al final,

(Aparece otro detalle).



algo nada extraño si tenemos en cuenta lo que debió influir esa cornisa en otros edificios del pueblo: cuando pasen por la Carrera se fijan en la portada de la Antigua Audiencia y verán unos adornos parecidos o, ya en la Plaza de Cervantes, en la azotea de dos casas que años atrás fueron una. En esta foto también llama la atención el vestuario de la mujer del centro, pues parece ir a la última moda de París.

(Aparece otro detalle).


La mujer sonríe al fotógrafo y así, sonriendo, se ha quedado inmortalizada para siempre. De ella dicen que era una mujer de costumbres un tanto libres para la época. Desde luego, lleva un escote un poco atrevido para la Osuna de aquellos años. En cualquier caso, lo que sigue interesándome más es la fecha de la foto, que, como las anteriores en la que se contempla la espadaña grande de San Francisco, hay que fechar con anterioridad a 1906, exactamente al 10 de enero de ese año, fecha fatídica en la que queda desfigurado para siempre todo este lado de la plaza más importante de Osuna.

(6ª FOTOGRAFÍA)

(Aparece en pantalla la imagen 22 y, poco a poco, se irá convirtiendo en 23).




        En el Libro de Actas del Ayuntamiento del año 1906, exactamente en la sesión del día 12 de enero y siendo alcalde Antonio Hidalgo Domínguez, se dice:

“Leyóse una comunicación del Maestro de Obras Don Félix Llano Galeazo, fechada en diez del mes actual, por la que dá cuenta de que á causa del hundimiento de la torre de la Iglesia de San Francisco, ocurrido en la noche anterior, se ha puesto en ruina inminente el muro exterior de dicha Iglesia, debiéndose proceder á su demolición con toda urgencia. El Ayuntamiento acordó que se instruya el oportuno expediente con sujeción [sic] á la vigente Ley”. Fin de cita.

Como vemos, el maestro de obras no tenía muy clara la diferencia entre una torre y una espadaña. En realidad, la comunicación de este Maestro de Obras, redactada con la frialdad propia del lenguaje burocrático y oficial, es el acta de defunción de la portada de San Francisco, que puede ser contemplada con bastante detalle gracias a esta imagen. La foto podemos fecharla con mucha exactitud porque parece tomada el mismo día de la caída, el día 10 de enero de 1906. De todas formas es una lástima que no se conserve una foto de frente y de cerca anterior al hundimiento, pero con ésta y las anteriores un buen dibujante podría reconstruir muy bien las dos portadas. Seguro que alguien pone manos a la obra y pronto podemos verla reconstruida en forma de cuadro o maqueta [A día de hoy, enero de 2016, no tengo noticia de que se haya hecho].

(Aparece un detalle).



        Ésta es la portada renacentista, posiblemente del siglo XVI, muy parecida a otras de la misma época, con su frontón, su friso y sus columnas, como eran los templos griegos y romanos. Y ésta

(Se dejan pasar unos segundos para que dé tiempo a contemplarla
y aparece otro detalle).



es la de estilo barroco de ida y vuelta o americano que debe ser del XVIII y seguramente debe su forma a la influencia de la casa-palacio que ocupa la “Casa del Marqués”, pues esta portada también está avanzada sobre la calle, digamos que la invade, como también ocurre en otras edificios de Osuna como, por ejemplo, la Casa de la Cultura, un antiguo convento jesuita. Observen, si son tan amables, la escultura que se ve en el ángulo superior izquierdo, hecha por un artista muy bueno

(Aparece otro detalle).


y que debía tener algún significado religioso, aunque aparentemente sólo es un hombre joven sentado y sujetando algo que parece un jarrón.

Volvamos ahora a la foto del principio.

(7ª FOTOGRAFÍA, es la misma del principio)

(Aparece en pantalla la imagen 3 y, poco a poco, se irá convirtiendo en foto 3)

       

        Empecemos por el edificio del Ayuntamiento, exactamente por el tejado. Lo primero que llama la atención es el reloj o, mejor dicho, que no hay reloj. Dicho reloj costó 8.000 pesetas, más o menos lo que hubiera ganado un obrero del campo de la época en cinco años y medio de trabajo, siempre que se le pagara en dinero y hubiera trabajado los 365 días del año. O sea, una barbaridad. Fue comprado a Federico Pastora, un relojero de Sigüenza, provincia de Guadalajara, en abril de 1928 e instalado ese mismo año, por lo que sabemos que la foto tiene que ser anterior. Se compró siendo alcalde Antonio de Castro Tamayo. Además, también advertimos que al final del tejado existía un murete. Ese murete se sigue contemplando en fotos tomadas en los años cincuenta por lo que su existencia tiene poca utilidad para la datación de esta foto. Lo que más llama la atención en el edificio del Ayuntamiento, aparte de la existencia de un solo arco para el paso de vehículos y personas, es el número de arcos de las galerías de los pisos primero y segundo,

(Aparece un detalle).



cuatro en vez del número actual, que creo que son nueve. El edificio sede de la Corporación Municipal tuvo ese aspecto hasta la 2ª República o, al menos, durante ese periodo histórico se tomó la decisión de ampliarlo. Según puede leerse en las Actas Capitulares, en la sesión del Ayuntamiento celebrada el 19 de enero de 1934, siendo alcalde Manuel Rodríguez García y a propuesta del concejal Francisco Rodríguez Hidalgo, se acuerda reconstruir con el mismo estilo del Ayuntamiento las fachadas de las dos casas contiguas al mismo, que, según informe del maestro de obras, amenazaban ruina. Dichas casas habían sido compradas por el Ayuntamiento sólo cinco años antes, en 1929. El 16 de febrero de 1934 se acuerda sacar a concurso las obras y también aplazar el comienzo de las mismas hasta que se disponga de dinero. Según se ve en una foto de comienzos de los cincuenta que veremos más adelante, en esos años la obra estaba finalizada pero, hoy por hoy, ignoro la fecha exacta en la que se hizo.
            Si centramos nuestra atención ahora en la zona de la izquierda de la fotografía,

(Aparece otro detalle).



nos encontramos con el edificio del Casino, el primer elemento de la foto que nos va a ayudar a fecharla con cierta exactitud. En la imagen llama la atención que la construcción no sea tal y como la conocemos hoy, sino que sea sólo la mitad de ancha, pues en su parte superior tiene sólo cinco ventanas y no las 10 actuales. Aunque el Casino estaba en la Plaza de España ya en 1848, sabemos que el edificio que contemplamos con sólo cinco ventanas en arco en la parte superior, no se acabó hasta 1894, fecha que nos sirve de referencia útil para fechar la fotografía digamos por abajo. La casa de al lado fue adquirida por la sociedad en 1921 y, aunque faltan las actas de las reuniones del Casino de los años siguientes, se sabe que la reforma del nuevo local para unificarlo con el antiguo debió hacerse poco después de la compra, por lo que la foto debe fecharse entre 1894 y 1921 a falta de datos más precisos.
         
Fijemos ahora nuestra atención en la acera de la Plaza de España.

(Aparece otro detalle;
no se deben cortas los pies del muchacho).



Por las sombras vemos que la foto fue tomada ya avanzada la tarde y, como hay muchos puestos de vendedores, debemos suponer, aunque sólo es una hipótesis, que la Plaza de Abastos también estaba abierta por la tarde, o bien que la colocación de los puestos en la plaza pública estaba permitida a cualquier hora del día.
            En cuanto al suelo de la calle, este tipo de pavimentación, llamado arrecife, existió en este lugar hasta 1923, año en el que se adoquinó el trayecto comprendido entre el edificio del Ayuntamiento y la calle San Francisco, siendo alcalde  Francisco López Rueda. Apuntemos, como dato curioso, que la decisión de adoquinar la Carrera, la primera calle del pueblo que conoció los adoquines, la había tomado el Ayuntamiento en 1912 con el alcalde Antonio Fernández Vera; entonces se compraron los adoquines en Gerena y estuvieron almacenados durante once años por falta de dinero para la obra.
            Sin embargo, el elemento de la fotografía que nos va a ayudar a fecharla con más exactitud es precisamente algo tan inocente y necesario como un árbol,

(Aparece en pantalla el detalle siguiente).


exactamente uno que parece un naranjito, que tiene un tutor hecho de tablitas y que se advierte con trabajo a la izquierda de la cabeza del muchacho que posa en primer término. Si ustedes recuerdan las fotos que hemos visto anteriormente o las pueden ver tranquilamente en su casa, sobre todo aquellas en las que San Francisco estaba aún en pie, comprobarán que se ven arbolitos iguales, de la misma altura y con los mismos tutores, por lo que podemos fechar con toda seguridad esta foto entre 1894 y 1906: el primero es el año de la construcción de la primera parte del Casino y el segundo el año de la desaparición de la espadaña mayor y las portadas del convento de San Francisco.

(8ª FOTOGRAFÍA)

(Aparece en pantalla la foto 31).


        En esta foto vemos a un grupo de hombres sentados a la puerta de la casa contigua al Casino y, como vemos en el detalle,

(Aparece un detalle).


el sitio tiene todo el aspecto de un bar, por lo que la foto podía ser posterior a 1921, año de la compra de esta casa por la sociedad recreativa. Sin embargo, y según parece, en esa casa existía un bar ya de antes. Si tenemos esto en cuenta y además que los hombres no parecen tener el aspecto que se espera de los socios de un casino de la época, no debemos pensar que la imagen fuera tomada después de 1921, más bien fue tomada antes, en el mismo espacio de tiempo que las fotografías ya vistas aunque unos años después porque los árboles de la plaza han crecido bastante. Quizá sea ya posterior incluso a 1910. Observen, por favor, el detalle de los sombreros de los hombres que hay sentados a la izquierda, detalle por el que alguna persona mayor podría deducir de dónde procedían, si es que estaban de paso por el pueblo, o, incluso, que oficio tenían.

(Aparece otro detalle).



            Fíjense, como curiosidad, qué grandes eran las boinas de la época, que recuerdan las que llevaban los soldados carlistas o llevan actualmente algunos cuerpos especiales del ejército de tierra.

(Aparece otro detalle).


        También resulta de interés el grupo situado a mitad de la calle, en el cual pueden distinguirse perfectamente dos hombres que, por los uniformes, bien pueden ser militares. No olvidemos que, en la época, había miliares en Osuna destinados en la Caja de Recluta o Zona de reclutamiento, que estaba instalada en el edificio de la Antigua Audiencia, donde hoy tienen su sede la residencia de ancianos y la Asociación de Minusválidos Físicos de Osuna entre otros organismos y asociaciones. Todavía muchos de nosotros conocemos aquellos alrededores como “la Zona”.

(9ª FOTOGRAFÍA)

(Aparece en pantalla la imagen 35 y, poco a poco,
se irá convirtiendo en foto 36).

    

        Ahora llegamos a la serie de fotos que fueron hechas dando la espalda a la calle Sevilla y al Convento de la Concepción. Volvemos a tener como referencia importante el edificio del Casino en su forma posterior a 1894 pero anterior a 1921 ó 22,

(Aparece un detalle).



pues la casa que luego se compraría está aún en su estado antiguo, como claramente se aprecia en este detalle. Observen también los adornos de la fachada del Casino, que parecen distintos a los actuales.
También en esta foto aparecen los naranjitos; pero las moreras, si es que son moreras, están más pequeñas que en las fotos anteriores, por lo que ésta puede ser un poco más antigua que las demás, como también demuestra el hecho de que no aparezca la gran farola del centro de la plaza que sí se ve en las otras, sobre todo en la de San Francisco visto desde la calle de la Tía Mariquita. La referencia de la torre de la Colegiata

(Aparece otro detalle).



no nos sirve de mucho pues, como ustedes saben, tuvo la forma que contemplamos hasta que se vino abajo en 1918, exactamente el 18 de noviembre según los datos que me han facilitado Francisco Ledesma Gámez y Pedro Jaime Moreno de Soto. Del último cuerpo de la torre, el que hoy no existe, no se sabe mucho. Esta torre parece haber tenido problemas de cimentación desde que se construyó y siempre ha resultado muy dañada por terremotos y fenómenos atmosféricos dada su situación tan expuesta. Tanto en el siglo XVIII como en el XIX sufrió daños importantes y, según el arquitecto Rafael Manzano, el añadido del último cuerpo,

(Aparece un detalle).


del cupulín, se habría hecho aprovechando uno de los arreglos del siglo XIX y en él habría participado económicamente Mariano Téllez Girón, el duque de Osuna famoso por sus despilfarros. De todas formas, la hipótesis de Manzano es sólo eso, una hipótesis, porque aún no se ha podido probar documentalmente. De ser así, el cupulín sólo habría existido unos 40 años. Volviendo a la fecha de la fotografía, yo creo que debió hacerse poco después de la reforma del edificio del Casino, la primera, la que acabó en 1894, por lo que es fácil que esta foto sea la más antigua de la serie. En relación al derrumbe de la torre de la Colegiata,

(10ª FOTOGRAFÍA)

(Aparece en pantalla la foto 40).




tenemos esta foto que fue cedida por la familia de Francisco Palomino Muela. Aunque la versión oficial del motivo de su desplome sea “por la caída de un rayo”, contamos con el testimonio de los descendientes de los campaneros de entonces, los cuales recuerdan haber oído contar a sus mayores que desde un mes o dos antes del derrumbamiento oían ruidos extraños cada vez que tocaban las campanas y por eso se habían mudado a otra casa del pueblo aunque seguían acudiendo a tocarlas tres veces al día, como era su obligación. Recuerdan también que el día que se derrumbó la torre, durante el último toque, que era a eso de las diez y media o las once de la noche, oyeron unos ruidos más fuertes de lo normal y corrieron para ponerse a salvo. Una hora o dos después se derrumbó la torre. De la casa de los campaneros sólo quedó lo que vemos,

(Aparece un detalle).



las paredes exteriores aunque, como habían tenido que mudarse, nadie salió herido. La reconstrucción de la torre se paralizó por falta de dinero en 1924 y, desde entonces, permanece inacabada, aunque su aspecto actual quizá sea más parecido al que luciera en su época de construcción, cuando fue mandada a hacer por Juan Téllez Girón, el IV Conde de Ureña, un hombre instruido y amante de las artes. Sobre la torre de la Colegiata está a punto de salir publicado, si no ha salido ya, en la revista Apuntes 2 un artículo muy bien documentado de Francisco Manuel Delgado Aboza  y Pedro Jaime Moreno de Soto.

DESPEDIDA

(Aparezco solo, sentado y con el fondo de un patio ursaonense).

        Hasta aquí el programa de hoy. Espero que les haya gustado y que les haya servido para interesarse por la historia de Osuna, una de las ciudades de España con más historia y mayor densidad de monumentos. Les espero en el programa del próximo mes, en el que comentaremos nuevas fotografías, y les recuerdo que pueden mandar sus comentarios o sus fotos a la dirección memoriadeosuna-@yahoo.es, dirigirse a mí personalmente o también hablar con el Archivero-Bibliotecario del Ayuntamiento de Osuna, Francisco Ledesma Gámez.  Muchas gracias por su atención, y hasta entonces.



En los Títulos de crédito del final
 debe aparecer lo siguiente


(En una pantalla).

Agradezco su colaboración a Ana Espuny Rodríguez, Francisco Muñoz Pérez, José Manuel Ramírez Olid, José Manuel Holgado Brenes, Francisco Ledesma Gámez, José Ildefonso Ruiz Cecilia, Pedro J. Moreno de Soto, José María Moncayo Amado, Manuel Mata Villar, Rafael Lobo Sánchez y a todas aquellas personas que, como ellos, han colaborado desinteresadamente en la realización de este programa. Gracias a todos y especialmente a Osuna Televisión y los profesionales que la integran.


(En otra distinta).

Este programa no hubiera sido posible sin la inestimable colaboración de José Manuel Holgado Brenes, miembro fundador de la Real Sociedad de Historia de la Fotografía Española y colaborador de la Fototeca Municipal de Sevilla y de la Fototeca del Arzobispado de Sevilla.



(Y en otra distinta, que debe ser la última).


La mayoría de los datos que se dan en el programa proceden de conversaciones mantenidas con el profesor José Manuel RAMÍREZ OLID
y de la lectura de su libro
OSUNA durante la restauración. 1875-1931.


2 comentarios:

  1. Gracias Víctor por hacerme recordar aquellos fantásticos reportajes que relaizabamos y por publicar los guiones para que, de alguna manera, los reportajes continúen activos.

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  2. Sinceramente, Francisco, para mí fue un placer la grabación de aquellos programas. La cabecera, si no recuerdo mal, llevaba música de Chano Domínguez, una bulería al piano. Quedaba bien.

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